Uruguay asumió hoy de manos de Paraguay la presidencia pro témpore de Ministros del Interior y de Justicia del Mercado Común del Sur (Mercosur), al término de una reunión de autoridades y representantes de ambas carteras.

El titular uruguayo del Interior, Eduardo Bonomi, manifestó el convencimiento de que la cooperación internacional de los organismos técnicos y operativos, con sólido respaldo y una férrea voluntad política, constituyen la repuesta a los problemas de seguridad que aquejan a nuestros Estados.

Bonomi significó "esa cooperación se concreta en la consolidación de una legislación común y eficaz que facilite el trabajo en las áreas limítrofes y de interés común".

Expresó que la ejecución de operaciones conjuntas permite compartir experiencias y capacitación para enfrentar con creatividad las nuevas modalidades de individuos y grupos organizados criminales.

Éstos, dijo, tienen gran capacidad para corromper y aprovechar espacios territoriales donde el Estrado es débil o está ausente con sus políticas sociales y de seguridad.

Adelantó que en la próxima reunión, Uruguay propondrá un acuerdo con la oficina de Interpol radicada en Argentina, integrada por policías de la región, a fin de "hacer uso de sus capacidades de análisis" periódicos y "proporcionen documentos de apreciación de situaciones delictivas".

El ministro apuntó que de tal manera se podrá prevenir y reprimir las viejas y nuevas tendencias y modalidades de amenazas que se "ciernen sobre nuestros países y afectan la calidad de vida de nuestros connacionales".

Este diagnóstico es imprescindible para coordinar los procedimientos contra el crimen organizado, aseguró.

Como resultado -aseveró- tendremos una visión compartida de la amenaza, seremos más proactivos, definiremos presupuestos adecuados, cooperaremos más y mejor, estableceremos prioridades y actuaremos con ahorro de tiempo, medios y esfuerzos, todo lo cual -añadió- nos hará más eficaces y eficientes.

Rafael Filizzola, titular paraguayo del Interior, resumió la jornada de trabajo y acentuó el carácter imprescindible de la cooperación global, regional, subregional e interagencial ante los enormes desafíos para enfrentar las distintas modalidades delictivas con "importante presencia en nuestros territorios".

Subrayó que la actual tendencia a encarar estos problemas desde una perspectiva de ineludible integración regional no tiene vuelta atrás.