Mujica considera que “las relaciones con Argentina están bien empantanadas, y están empantanadas políticamente, porque yo me paré en la cuchilla; se sale hablando y negociando”, según expresó en una entrevista con TV Ciudad.

“En Uruguay todos se matan por pegarle a la Argentina, y yo traté de llevar adelante una política de negociar”, dijo Mujica y reiteró: “¿dónde está la burguesía que ahora se queja que no puede vender, los señores del turismo que se quejan y me piden que tenga un gesto. No papá, se acabó”.

Según el presidente, estuvo “dos años bancando" en el que le "decían de todo". "Me quedé hasta sin el respaldo de mi fuerza política; sabía que la política de confrontación es estupidismo, pero caemos en un nacionalismo pueril y no miramos cuál es la conveniencia global del país. Ahora, a lo hecho, pecho. Banquen”.

Mujica también se refirió al permiso que le otorgó a la planta de celulosa UPM de incrementar su producción: “Lo hice como un acto de cansancio del estupidismo permanente en el Uruguay”. 

Por otra parte, el mandatario sostuvo sobre el caso Casal: “No le perdoné ninguna deuda a Paco Casal (…) Presidencia no intervino”